14 de diciembre de 2025

Ante cuestionamientos, YPFB asegura que sus utilidades fueron de Bs 654 millones, en 2024

La utilidad, según la estatal se reinvierte en proyectos estratégicos de expansión, de continuidad operativa y otros

En medio de cuestionamientos por su administración, la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) informó, mediante medios estatales, que su utilidad neta alcanzó los Bs 654 millones en 2024, valor superior en 56,5% al registrado en 2023, cuando logró Bs 418 millones.

El pasado de abril EL DEBER publicó un reporte en el cual detallaba que los ingresos y las utilidades experimentaron drásticas caídas, entre las gestiones 2014 y 2023.

Por ejemplo, en 2014, YPFB contaba con más de Bs 15.300 millones en caja y bancos, reflejo de su mejor momento financiero gracias a las exportaciones de gas. Sin embargo, en 2023 esa cifra cayó a Bs 4.185 millones, lo que implica una reducción del 72,7% en su liquidez.

Lo más preocupante no es solo la caída en caja, sino el desplome en la generación de utilidades. Según documentos revisados por EL DEBER, en 2014 YPFB obtuvo más de Bs 6.700 millones en ganancias netas. En contraste, en 2023 registró una pérdida de Bs 418 millones. Esta variación representa una caída del 106,24%, una señal crítica que debería encender todas las alarmas.

No obstante, mediante boletines oficiales YPFB asegura que la realidad es otra.

“YPFB ha logrado mantener su estabilidad económica gracias a una gestión eficiente y diversificada, en consecuencia, ha reafirmado que cuenta con los recursos necesarios para continuar sus operaciones estratégicas. La utilidad registrada en la gestión 2024 fue de 654 millones de bolivianos, pese a tener una producción de gas en declinación. Este valor muestra a YPFB como una empresa rentable”, destacó Armin Dorgathen citado en un boletín institucional.

La utilidad, según la estatal se reinvierte en proyectos estratégicos de expansión, de continuidad operativa y otros. El buen comportamiento y desempeño financiero de YPFB hacen que la estatal petrolera sea el principal financiador del Bono Juancito Pinto y la Renta Dignidad.

Desde la estatal se insiste en que YPFB mantiene una “posición financiera sólida y estable”, gracias a un índice de liquidez superior a 1 durante la última década. Pero sus estados financieros reflejan una dramática contracción de sus ingresos, utilidades y caja.

El Plan de Reactivación del Upstream (PRU), presentado en 2021 como la gran apuesta para el futuro del gas en Bolivia, se presenta como el eje de la estrategia institucional. El plan incluye 56 proyectos exploratorios, pero la mayoría aún se encuentra en etapa preliminar.

Algunos pozos han mostrado resultados positivos —como Yarará-X2, Yope-X1 o Mayaya Centro-X1— aunque estos descubrimientos aún no tienen impacto tangible sobre la producción ni sobre las finanzas de corto plazo.

El caso de Mayaya Centro-X1, en el norte paceño, ha sido promovido como un “hito histórico” por haber identificado hidrocarburos en una zona no tradicional. Pero no hay garantías concretas sobre la magnitud de las reservas ni su viabilidad comercial.

Según las propias proyecciones de YPFB, recién a partir del segundo semestre de 2025 podrían verse ingresos significativos de estos nuevos proyectos. Es decir, por ahora, los esfuerzos de exploración no aportan soluciones inmediatas a la crisis estructural del sector.

En cuanto a la renta petrolera, la estatal reporta un aporte de $us 1.619 millones al Estado en 2024, una cifra muy por debajo de los niveles históricos. Aunque se destaca la gestión comercial y la renegociación de contratos de gas, la caída en la producción sigue siendo el principal obstáculo para aumentar estos ingresos.