27 de diciembre de 2024

Cívicos provinciales anuncian que saldrán a desbloquear las carreteras si el Gobierno no toma acciones

“Estamos cansados de los atropellos. Están atentando contra la vida y la libre circulación de las personas y el Gobierno no hace nada”

Bloqueos en las carreteras de Bolivia
Bloqueos en las carreteras de Bolivia

El día del aniversario patrio puede amanecer con conflictos en Santa Cruz. Fernando Larach, presidente del Comité Cívico Provincial, informó que el directorio que preside determinó dar un plazo de 24 horas al Gobierno nacional para que tome acciones y proceda a desbloquear las rutas que están cerradas por afines al MAS. Los bloqueadores protestan contra la fecha de elecciones programada para el 18 de octubre.

Larach sustentó que en esta época de pandemia se debe cuidar la vida de los bolivianos y deponer actitudes que no están de acuerdo con la delicada circunstancia que se vive en el país. “Estamos cansados de los atropellos. Están atentando contra la vida y la libre circulación de las personas y el Gobierno no hace nada”, sostuvo.

El cívico fue más allá al manifestar que no temen enfrentarse con los seguidores de Evo Morales en las carreteras de Santa Cruz. “El 6 de agosto vamos a salir y si hay enfrentamientos, que se haga cargo el Ministerio de Gobierno, que no hace nada” disparó.

 Lamentó que en las últimas horas los partidarios del MAS se hubieran enfrentado a transportistas y pobladores impidiendo, incluso, el paso de ambulancias y vehículos que transportan alimentos y medicina a los diferentes municipios del departamento.

Desde el lunes 3 de agosto, organizaciones afines al MAS han iniciado el bloqueo indefinido de las carreteras, en protesta por la decisión del Tribunal Supremo Electoral (TSE) de postergar las elecciones generales hasta octubre de este año por la grave emergencia sanitaria que vive el país por el coronavirus. Sin medir riesgos para la salud, los movimientos sociales insisten en que los comicios se lleven a cabo el 6 de septiembre y han amenazado con radicalizar su protesta.

| EL DEBER