“Lo que acabamos de recibir de manera pronta, es un comunicado oficial del Departamento de Justicia de los Estados Unidos que acaba de informar que Arturo Murillo ha sido detenido e imputado en Estados Unidos”, así cerró su conferencia de prensa el ministro de Gobierno, Carlos del Castillo, quien confirmó un dato que llegó desde el país del Norte.
El documento al que se refirió Del Castillo es un reporte del Departamento de Justicia de esa nación fechada hoy. En el mismo señala que los días 21 y 22 de mayo se procedió a la aprehensión de cinco personas, las mismas están acusadas de soborno y de lavado de dinero.
“Según documentos judiciales, Arturo Carlos Murillo Prijic (57), Sergio Rodrigo Méndez Mendizábal (51), Luis Berkman (58), Bryan Berkman (36) y Philip Lichtenfeld (48), participaron en el esquema de soborno entre aproximadamente noviembre de 2019 y abril de 2020”, señala la traducción del documento.
El 25 de mayo se informó que la oficina federal de investigaciones (FBI, por su sigla en inglés) de Estados Unidos arrestó a Rodrigo Méndez Mendizábal, exjefe de Gabinete del exministro de Gobierno Arturo Murillo, por percibir sobornos de al menos $us 582.000 en sobornos dentro de la compra de gases lacrimógenos, estopines y balines de goma realizadas en Bolivia en 2019.
Ahora se supo que en realidad el número de detenidos fue de cinco personas, entre ellas la del ex hombre fuerte del régimen de Jeanine Áñez y su entorno. En Bolivia, la Policía informó de la aprehensión del excuñado de Murillo, Daniel Leonardo Aliss Paredes, luego de realizar el cuarto retiro de dinero de una de las cajas de seguridad que tenía Murillo en una entidad bancaria en Cochabamba.
El hecho involucró a otros dos oficiales de Policía, el edecán del ex ministro, capitán Daniel Bellot quien ordenó a otro oficial Ivar Gomez realizar depósitos. La Unidad de Investigaciones Financieras (UIF) emitió un informe sobre los depósitos y las fechas en las que se realizó.
Mientras en EEUU, las cinco personas que fueron aprehendidas están acusadas del cargo de conspiración para cometer lavado de dinero. Los acusados enfrentan a una posible pena de 20 años de prisión. Un juez de un tribunal de distrito federal determinará cualquier sentencia después de considerar las leyes de EEUU, prosigue el reporte.
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