Erika Segales / La Paz
Pese a que el líder del MAS, Evo Morales, señaló hace unos días que no sería posible una conciliación en el país sin que se acepte su ideología, hay voces dentro del partido azul que apuestan por la reconciliación sin hablar de condiciones políticas. Consideran también que para avanzar en ello debe haber justicia y reparación integral para todas las víctimas en general.
“Las bases del MAS estamos apostando para la reconciliación del país. Aquí (en Santa Cruz) hay una asociación de las víctimas de Montero, ya se han sentado con el hermano Lucho (Luis Arce) a hablar. Consideramos que tiene que haber justicia para todos. En los nueve departamentos se han dañado a muchos compañeros, inclusive hay algunos que siguen presos. Reconocemos el valor de Senkata y Sacaba, pero también tenemos fallecidos en Montero”, expresó Carlos Nina, líder de la llamada Generación Choquehuanca.
El domingo, en Radio Kawsachun Coca, Morales afirmó: “No va a haber reconciliación con fascistas y racistas, salvo que entendieran que nuestra ideología y nuestro programa está bien para Bolivia”.
El senador del MAS Félix Ajpi señaló que para reconciliar al país no es necesario alinear los pensamientos ideológicos, indicó que lo que debe haber es justicia.
“Querer condicionar una reconciliación a que todos piensen igual ya no es reconciliación, puede ser como un sometimiento a un pensamiento y en un Estado democrático como el nuestro eso no tiene cabida. La reconciliación tiene que ser siempre con justicia, hay hechos que no se pueden pasar por alto en una reconciliación. Hay que manejar las cosas de manera responsable”, expresó el legislador.
La confrontación que llevó a Bolivia a sumirse a una profunda crisis política en 2019 dejó víctimas mortales y decenas de heridos en Senkata (El Alto), Sacaba (Cochabamba), El Pedregal y Ovejuyo (La Paz), Montero (Santa Cruz), Huayculi (Cochabamba), Betanzos (Potosí), Vila Vila y Challapata (Oruro), además de los decesos del activista y víctima de las dictaduras militares Julio Llanos y el policía Juan José Alcón, después de estar convalecientes por agresiones físicas.
En medio de los conflictos también se produjeron la quema de las casas de Waldo Albarracín, de Casimira Lema, de Soledad Chapetón y de Nelson Condori, además del saqueo e incendio de unidades policiales y la quema de más de 60 buses PumaKatari.
Franco Albarracín, abogado y asesor de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia, considera que para lograr la reconciliación en el país se debe promover procesos de “verdad, justicia y reparación”, pero detecta que el Gobierno no demuestra intenciones de avanzar en ese sentido.
“En materia de Derechos Humanos hablamos de tres aspectos fundamentales, cuando ocurren eventos como los de 2019. El problema es que la experiencia de estos últimos meses nos ha demostrado que el Gobierno no tiene la intención de buscar una reconciliación. El líder del MAS está condicionando la reconciliación a razones estrictamente políticas partidarias”, dijo.
Albarracín explicó que la Asamblea Legislativa debería conformar una comisión de especialistas que hagan investigaciones sobre la vulneración de derechos humanos durante los gobiernos de Evo Morales y de Jeanine Añez. Asimismo, señaló que para seguir con el proceso de justicia debe haber una reforma judicial y una “reparación integral” de las víctimas en general. “No puede haber muertos buenos y muertos malos, hecho de violación de derechos humanos injustificables y otros justificables”, remarcó.
Por su parte, el vocero de La Ruta de la Democracia, José María Paz, enfatizó en la necesidad de avanzar en la reconciliación, para no repetir la confrontación de 2019, en lugar de mantener un ambiente polarizado.
“Hay una estrategia de polarización permanente que no es buena para el país. Ojalá en algún momento se entienda que hay que terminar con esto y dedicarnos a avanzar en la construcción democrática. Tenemos que pensar en lo que ocurrió apenas hace dos años, en 2019, esa grave crisis política que hemos sufrido y las consecuencias. Creemos que tenemos que evitar llegar a eso volver a repetir aquello”, señaló.
Otra voces del MAS justifican las palabras de su líder e indican que se deben entender en el contexto del “golpe de Estado”. “Cuando el expresidente expresa que no habrá reconciliación tiene que entenderse el contexto del golpe de Estado que trajo muertes, persecuciones y una serie de vulneraciones de derechos (…), no deben quedar en la impunidad y el expresidente quiere decir eso”, señaló el senador William Tórrez, en entrevista con Asuntos Centrales.
Por su parte, el representante del Conade Manuel Morales señaló: “La reconciliación es un proceso que el MAS ha clausurado cuando empezó a perseguir y acusar a la Iglesia Católica, a la Unión Europea y a otros mediadores del conflicto del 2019. Hace falsas acusaciones ya no solamente al otro bando, sino a quienes han sido intermediarios y han trabajado por la pacificación del país. Para el Gobierno no existe la necesidad de reconciliación, no está en una situación adversa, sino en una situación de ofensiva”, expresó.
El presidente de la Conferencia Episcopal de Boliviana, Monseñor Ricardo Centellas, hizo ayer un llamado a la reconciliación sin condiciones. “No nos olvidemos que para entrar en un ambiente de reconciliación hay que dejar a un lado todo lo que es resentimientos”, manifestó en declaraciones a Erbol.
En respuesta, la exministra Gabriela Montaño apuntó que las condiciones deben ser: “justicia para que las 37 familias de personas asesinadas en las masacres de 2019 tengan paz; memoria para que nunca más se rompa el orden constitucional y verdad para que no haya impunidad”.