Santa Cruz, Bolivia 8 de mayo de 2021 (Issuewire.com) – Bolivia e Irán comparten una relación muy estrecha e inusual, ambos países tienen intereses geopolíticos, económicos e ideológicos convergentes y similares, se imaginan a Occidente (EEUU) como el enemigo a eliminar, y esto no es una suposición, ya que lo han dicho abiertamente en Bolivia desde el 2005 y en Irán por lo menos desde 1979 con la toma del Ayatolá Jomeini.
En Bolivia, la base económica y política del régimen está en la zona llamada «El Chapare», ubicada en el trópico de Cochabamba, es un lugar donde se produce la hoja de Coca y Cocaína desde hace décadas. De hecho, Evo Morales es el principal dirigente de las 6 Federaciones de Productores de Hoja de Coca del Chapare, y desde allí saltó a la vida política. El financiamiento para la creación del partido político, Movimiento al Socialismo (MAS), provino del inicio de estos llamados Grupos de la Hoja de Coca, y por eso hoy la Producción de Coca y sus derivados están en los genes políticos del régimen del MAS. Por supuesto, hay que establecer claramente que su ideología política se ha prestado al indianismo-katarismo, y se ha disfrazado con un nacionalismo de Estado para que las clases medias lo asimilen. Una vez en el poder, el régimen mostró su verdadero color, cuyo núcleo es el Nacionalismo Aymara. Este naturalismo, que propugna la reivindicación política de los territorios ancestrales a favor de los aymaras y pueblos originarios de Bolivia.
En resumen, el Partido MAS ha recurrido al Nacionalismo Aymara, y activado es inmensamente poderoso y letal cuando no se lo comprende y enfrenta. La historia universal demuestra que allí donde se ha utilizado el Nacionalismo como Ideología Política ha tenido un impacto devastador social y políticamente.
En resumen, es sintomático que no sólo Irán, sino también China y Rusia sean aliados de Bolivia. Estos países son muy conocidos por su experiencia práctica e histórica del poder político del Nacionalismo Étnico y/o Religioso, y tanto Irán como Bolivia están utilizando esta vía con éxito, a su manera y en su respectivo contexto.
El financiamiento económico, el asesoramiento político, las alianzas geopolíticas, las inversiones en los yacimientos de Uranio y Litio, el intercambio de visitas en los respectivos países, y el apoyo diplomático en los foros internacionales, son sólo expresiones de una Alianza Estratégica a nivel mundial de este Bloque Comunista y Autoritario.
Esto explica la aplicación del terrorismo de Estado como práctica política, que incluye la sumisión del poder judicial al régimen gubernamental, el encarcelamiento de los líderes de la oposición o su exilio forzado; el terrorismo mediático que consiste en la compra o cooptación de los principales medios de comunicación del país y la imposición de su línea política cotidiana; la Violencia Simbólica o Cultural. Este movimiento monopoliza y visibiliza una cultura -la aymara- y elimina las Identidades Regionales ‘Mestizas’ y Universales, la asfixia económica de los empresarios para su sometimiento o cooptación política, la imposición de un pensamiento único, la ideología plurinacional, etc. Todas estas prácticas y otras son tácticas y estrategias ampliamente conocidas y aplicadas con «éxito» en Venezuela, Cuba, Nicaragua y los países centrales del Bloque.
Bolivia se encuentra en una encrucijada, de la que no saldrá fácilmente sin una visión estratégica de la situación que atraviesa, y sin la ayuda del Mundo Libre y Democrático.