Una cláusula de confidencialidad impide que se conozca el precio real de la adquisición de las vacunas rusas Sputnik V, según admitió en las últimas horas el vocero presidencial, Jorge Richter.
La autoridad, entrevista con el programa Antes de Mediodía de radio Fides, dijo: “Dentro de esas cláusulas de confidencialidad se encuentran cuestiones económicas, se encuentran también aspectos comerciales”.
La semana pasada, el Gobierno nacional concretó la compra de 5.200.000 dosis que llegarán entre marzo y mayo, con un lote de muestra de 6.000 vacunas que arribarán en los próximos días, destinados al personal de salud.
Cuando se anunció la compra, el ministro de Salud, Édgar Pozo, dijo que cada vacuna rusa Sputnik-V tiene un costo de 9,5 dólares, por lo que la inversión superaría los 49 millones de dólares.
Respecto a las críticas por apostar a la tecnología rusa, el portavoz calificó de “miserables” a quienes cuestionan esa gestión. “Alguien con la misma mala fe de siempre intenta establecer un signo de interrogación en lo que se está haciendo (…) para que alguien venga como si existiera un sobreprecio, lo que pasa es que se puede ser miserable en la vida y de muchas formas y una de ellas es tratar de infundir miedo en una sociedad”, lamentó.
En su momento las autoridades nacionales destacaron que las negociaciones para adquirir vacunas se realizan de forma directa, ya sea con los países productores o laboratorios, descartando que se apele a intermediarios.
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