Orlando Gutiérrez, de 36 años de edad, secretario ejecutivo de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (Fstmb), quien falleció el miércoles en circunstancias aún no esclarecidas, luego de haber permanecido hospitalizado varios días en una clínica de La Paz, fue el minero que amenazó con tomar el poder a principios de este mes y realizó bloqueos en agosto pasado.
Fue candidato a senador por el Movimiento Al Socialismo (MAS) en La Paz y, aunque fue inhabilitado, siempre se lo conoció como parte del proceso de cambio. Incluso se había adelantado que iba a ser el nuevo ministro de Minería en el gabinete del presidente electo Luis Arce Catacora.
“Que lo escuche la derecha de facto, al primer intento de hacer fraude con nuestro voto, Bolivia levanta el cuarto intermedio y vamos por el poder mis hermanos”, fueron las palabras del entonces ejecutivo de la federación de mineros, en un acto proselitista que se realizó el pasado 1 de octubre en Oruro.
En ese mismo discurso también advirtió: “Vamos a defender con nuestras vidas, ya no podemos aguantar que nuestra Bolivia sea descuartizada, por eso les decimos que con el pueblo no se juega. Hemos estado en la resistencia y ahora nos toca pasar a la palma del poder por las malas o las buenas”.
El dirigente minero, quien dio su apoyo frontal al MAS, fue uno de los promotores del bloqueo de caminos en el país en agosto, cuando se intentó evitar la postergación de los comicios hasta el 18 de octubre y se exigía que sea el 6 de septiembre. Por estos bloqueos no llegó oxígeno a diferentes hospitales para los enfermos de Covid.
Pero, después de 12 días de bloqueo se declaró un cuarto intermedio, el Gobierno los acusó de causar la muerte de 40 enfermos de coronavirus.
Estas movilizaciones ya se habían anticipado en junio pasado, cuando Gutiérrez exigió la promulgación de la ley que convocaba a elecciones generales para el 6 de septiembre.
“Me voy a dirigir a la señora (Jeanine) Añez: te quedan dos caminos, uno es aprobar de manera inmediata la fecha de elecciones el 6 de septiembre, el segundo camino es la sublevación del pueblo y acuérdate, o te vas con elecciones nacionales democráticas, o te vas con una convulsión social porque el pueblo está cansado, los mineros no jugamos”, sostuvo en ese entonces el dirigente.
Su sector dice que fue “mártir”
Pese a que el representante sindical era parte del ala dura dentro de las organizaciones sociales del MAS, sus allegados lo recordaban como un “mártir”, porque “siempre luchó por los derechos e intereses de su sector”.
“Era un dirigente joven que iba a llegar lejos, con sus pensamientos y acciones iba a llegar incluso a ser presidente del país, siempre se interesó por nuestra clase. Fue quien dijo a Añez y a (Arturo) Murillo las cosas sin pelos en la lengua, sin temor como nadie lo dijo en ningún grupo de la COB o los fabriles, y tras ellos vinieron las amenazas a nuestro dirigente”, contó uno de los cercanos de Gutiérrez que prefirió no ser citado.
Entretanto, el asambleísta de Colquiri y compañero de mina Severino Estallani lamentó la pérdida y exigió que se aclare la muerte del líder minero.
“En 2012, con él exigimos a Sinchi Wayra la reversión de la mina Colquiri a manos del Estado, en ese contexto Orlando es un mártir por la defensa de los recursos naturales”, mencionó al periodista Abenor Alfaro.
Gutiérrez nació en el municipio Colquiri, en la provincia Inquisivi, en La Paz, en mayo de 1984, fue el menor de cinco hermanos, desde pequeño trabajó en la mina. Salió bachiller del colegio Industrial Aniceto Arce en 2002.
Comenzó a trabajar en la mina Colquiri desde 2003, donde comenzó como peón de mina (jornalero). En 2007 y con 23 años de edad ingresó a la dirigencia sindical y ocupó el cargo de secretario de deportes. Luego en 2012 pasó a ser el secretario de conflictos, cuando se registró el enfrentamiento con cooperativistas.
Después de la muerte del minero en pasados días y que hasta la fecha se desconoce el motivo de su deceso, el senador electo del MAS Hilarión Padilla afirmó que Gutiérrez iba ser el nuevo ministro de Minería y que eso era “indiscutible”.