
Desde diciembre de 2020, el expresidente Evo Morales culpó a la derecha, al imperio o a los medios de comunicación por sus propios desatinos. El exmandatario les atribuyó la culpa sobre el silletazo, la idea de dedazo en las subnacionales, el pedido de renovación en el MAS y la polémica sobre sus recientes dichos.
El caso más reciente está relacionado con sus palabras del domingo, sobre que “en el oriente boliviano son pandilleros”.
Todo ocurrió cuando Morales participó en el Encuentro Departamental de la Juventud del MAS en Oruro, en el que aseguró: “Hay muchos grupos, aparecen guevaristas, Marcelo Quiroga; hay que fortalecer esos grupos, deben ser todos unidos. Si no apoyamos, estos grupos van a ser pandilleros. Seamos responsables, aquí no tenemos, en el oriente boliviano son pandilleros”.
La declaración generó una ola de críticas contra el exmandatario. Morales, por su parte, culpó a “algunos medios” porque -sostuvo- le tergiversaron.
“Es lamentable que algunos medios tergiversen mis declaraciones para desprestigiarme. Siempre he hablado de que el Estado debe generar políticas públicas de apoyo a los jóvenes para evitar que se vinculen a pandillas como en algunos países”, tuiteó Morales.
La renovación
El 16 de mayo, Morales sostuvo que “la derecha” quiere dividir el MAS con el discurso de renovación. “Nos debe quedar claro que la derecha quiere dividirnos con el discurso de la renovación, pero debemos estar unidos dando prioridad a la nueva generación de patriotas, no vendepatrias; revolucionarios, no reformistas; antiimperialistas y no sólo humanistas”, tuiteó.
Sin embargo, el pedido de renovación emergió de las filas del partido azul, pero se escuchó con más fuerza desde que el MAS perdió en el balotaje, el pasado 11 de abril.
Una de las voces que se expresaron en ese sentido fue la de Álvaro Chuquimia, dirigente de las juventudes del MAS de las 20 provincias del departamento de La Paz, quien el 16 de abril afirmó: “Hay dirigentes que se creen dueños del partido. Hay dirigentes que no quieren soltar la silla. Y allí está la Alcaldía de El Alto, la Alcaldía de La Paz, por culpa de esos dirigentes (hemos perdido). Nosotros vamos a plantear que haya primero la renovación de los dirigentes del instrumento político”.
El llamado dedazo
Morales, el 25 de abril, sostuvo que la idea del dedazo -al igual que el antievismo- proviene de la derecha boliviana y del imperio, y que es la estrategia del “colonialismo externo e interno para debilitar y dividir” al MAS.
No obstante, la idea, en el marco de las subnacionales, surgió de los sectores del partido azul en el contexto de la elección de candidatos del MAS. El 11 de diciembre de 2020 se escuchó la expresión “dedazo” en la puerta del Centro Cultural de Colcapirhua, donde un grupo de militantes del MAS protestaron contra la elección de candidatos en esa plaza electoral.
“Muera el dedazo”, “Que sea orgánico”, “No estamos de acuerdo” fueron los gritos de los descontentos frente a Morales, que estaba en la puerta de ese recinto.
El MAS perdió las alcaldías de El Alto (La Paz), Cobija (Pando) y Trinidad (Beni) frente a candidatos que fueron descartados por la cúpula del partido azul, pese a que contaban con respaldo de sectores sociales del MAS. El caso más emblemático es el de El Alto, donde Eva Copa, que se presentó con la sigla Jallalla, ganó con más del 60% de votos.
El silletazo
Morales culpó a “la derecha” del silletazo que sufrió el 14 de diciembre de 2020, cuando en un ampliado del MAS en Lauca Ñ (Cochabamba) en el que se trataba la elección del candidato para gobernador de Santa Cruz, los descontentso del partido azul arrojaron sillas, en cinco ocasiones, a la testera en la que estaba Morales junto a precandidatos y dirigentes.
Una de esas sillas llegó a la cabeza de Morales, mientras se escuchaban abucheos y gritos de “¡fuera, fuera!”. Morales, a través de sus redes sociales, tuiteó esa misma jornada: “Denunciamos que la derecha golpista trata de destruir la unidad del MAS-IPSP, enviando infiltrados para generar violencia en nuestros ampliados que tienen como objetivo la elección democrática y pública de nuestros candidatos para los comicios subnacionales”.
Sin embargo, después se conoció que Tito Tardío, militante del MAS, dirigente y exalcalde de Lagunillas, lanzó la silla. “Por proteger al hermano Evo, yo arrojé la silla, pero no fue con dirección al hermano Evo”, manifestó.
Los casos
- Renovación El 16 de mayo, Morales dijo que “la derecha” quiere dividir el MAS con el discurso de renovación.
- Dedazo El 25 de abril, Morales sostuvo que la idea del dedazo proviene de la derecha boliviana y del imperio
- El silletazo El 14 de diciembre de 2020, Morales culpó a la derecha del silletazo que lo golpeó en Lauca Ñ.